martes, 27 de enero de 2009

amores ridiculos

Sin mas presuncion que leer algo ridiculo, tal vez parecido a la realidad, me sente a escampar un aguacero en un lugar, digamos una silla cualquiera, abri la primera pagina del libro de los amores ridiculos de Kundera e instantaneamente la figura holografica del frente se encargo de mostrarme ridiculamente la historia; el tipo vestia una camisa blanca de tela gruesa ceñida a su perimetro abdominal aumentado, llevaba un pantalon negro y usaba de una manera no decorosa su celular, tenia una nariz prominente que de perfil realmente incomodaba y lo que me dejo con un deseo inconcluso de no cerrar esa historia, fue su amor ridiculamente tartamudo, - hola laurita ... estas en el trasmilenio??... ah bueno... pero vas sentada... ahhh bueno...mira yo creo que siempre me equivoco... si ..to to to to to toda mi vida ha sido un e e e e e e error-, ahí mis ojos se posaron en los renglones sin sentido del libro de Kundera, y mis cocleas ahora atendian algo mejor. -Si, mira... la ve ve la ve la verdad estoy cansado, la em em em embaabaarro en todo, en las dos casas, ya no puedo mas-
Mi emocion era inigualable, no por la triste historia del pobre hombre, sino por la oportunidad de abrir un libro y estar adentro de la historia, estar en los amores ridiculos.
Mañana quiza escoja un libro que se titule: "el mejor cake del mundo", ó, "langostinos al ajillo".
Seguire alimentando mis sentidos.

Lunares Bajos